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La cerveza Corsendonk Dubbel Kriek es una fusión entre la intensidad de una Dubbel y la frescura frutal de las cerezas. Con cuerpo medio, notas de caramelo, frutos secos y cereza madura, ofrece una experiencia aromática y equilibrada. Perfecta para quienes buscan una cerveza belga diferente, con un toque dulce y frutal, pero sin perder el carácter tostado y artesanal que distingue a las cervezas Corsendonk.
Estilo: | Fruit ale sabor cereza |
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Alcohol: | 8.7 % |
Temperatura de consumo: | 10 °C. |
Maridaje: | La cerveza Corsendonk Dubbel Kriek es un gran acompañante para postres con frutas rojas, especialmente pays de cereza, tartas de frambuesa o panna cotta con coulis de frutos del bosque. También armoniza con quesos suaves como brie o camembert, resaltando su cremosidad con el contraste de la acidez frutal. En cocina mexicana, acompaña muy bien un pastel de tres leches con frutos rojos o una tarta de chocolate amargo con cerezas. Es una cerveza para cerrar con estilo. |
Presentación: | Botella de 330 ml. |
La cerveza Corsendonk Dubbel Kriek es una de esas rarezas belgas que combinan lo mejor de dos mundos: la profundidad de una Dubbel tradicional y la vivacidad de las cerezas. Elaborada por Brasserie du Bocq para Corsendonk, esta cerveza mezcla una base oscura y maltosa con el dulzor natural y sutil acidez de cerezas maduras, logrando un perfil sabroso, fresco y muy aromático. El color rubí profundo y su espuma rosada anticipan una experiencia elegante y frutal.
En boca, la cerveza Corsendonk Dubbel Kriek ofrece notas a caramelo tostado, frutos secos y cerezas ácidas, perfectamente integradas en un cuerpo medio con carbonatación viva. El final es ligeramente seco y afrutado, ideal para quienes buscan una cerveza con carácter y un toque dulce sin llegar a ser empalagosa. Entre las cervezas Corsendonk, esta se distingue por su versatilidad y equilibrio, haciendo honor a la tradición belga de combinar la innovación con el respeto a los estilos clásicos.
Peso | 0.58 kg |
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Cervezas Corsendonk tiene sus raíces en una antigua abadía del siglo XIV, ubicada en Oud-Turnhout, Bélgica. Aunque la cervecería original ya no opera, su legado fue retomado en 1982 por la cervecería Corsendonk, que mantiene el espíritu monástico en sus procesos y diseño. Esta marca se ha ganado un lugar importante en el repertorio de cervezas belgas por su enfoque respetuoso con la tradición.
El nombre Corsendonk aparece con frecuencia entre las etiquetas preferidas por quienes buscan autenticidad sin artificios. Su línea de productos se elabora bajo estándares que reflejan décadas de constancia. Si estás en busca de cervezas belgas con historia y producción coherente, esta es una excelente opción para sumar a tu próxima selección.